jueves, 3 de septiembre de 2009

Boda playera en México

En plena playa resulta sorprendente ver aparecer a un grupo de gente vestida para una boda, pero en chanclas. La novia les hizo esperar media hora, mientras el cielo pasó de azul celeste a un oscuro intenso y amenazador. Todo un espectáculo con una corte de bañistas espectantes, como público espontáneo, que aplaudió la llegada de la futura esposa.

"Qué bonito casarse mirando al mar", "le va a llover", "vaya horterada". Estos y otros comentarios se escuchaban, cuando estalló el primer trueno. Ya nadie se movía. Pareció que hasta la propia tormenta tropical quiso esperar a que terminara la ceremonia. Y cuando los novios se retiraban comenzó a llover. En cinco minutos la playa desaparecía bajo un manto gris de agua del que no había forma de guarecerse. Fue como si los novios se hubieran llevado la poca luz que nos quedaba. Y a correr...