lunes, 15 de febrero de 2016

El baile de Esperanza Aguirre



El pasado domingo, día de los Enamorados, Esperanza Aguirre presentó su dimisión. Pero que nadie piense que es un divorcio con el partido. Sigue siendo su cabeza visible, como Portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid.

Dice que se va porque asume la "responsabilidad política" por haber nombrado a los dirigentes del partido que están siendo investigados por corrupción. Pero la realidad es que abandona el cargo, como en su día abandonó la Presidencia de la Comunidad de Madrid, cuando la Gurtel comenzaba a apestar, con Granados en la trena, González acorralado y viendo que llegaba su turno. Al irse llegó a decir que dejaba la Política.

Ahora repite jugaba. Deja el cargo de Presidenta del PP regional de Madrid, justo cuando las cosas se ponen feas. Y de paso deja un recadito. No avisa a nadie de su dimisión, tan sólo a Rajoy, que por cierto está espectante en el banquillo de los reservas para ser Presidente del Gobierno.
Un medio digital cita a un fiel de Aguirre que llega a decir que "Si Rajoy mide los tiempos, Esperanza marca el paso". La ex presidenta sólo baila al son que ella elige. Y ahora ha hecho un cambio de paso. Parece que va descompasada, pero no con su propia música.

Podría parecer que está en la U.V.I. de su trayectoria profesional. Pero no nos engañemos. Ha bajado un escalón, pero sigue en el día a día de la agenda política madrileña. Y cuando pase el temporal de la financiación ilegal del partido, podrá reaparecer con una imagen limpia y renovada para salvar al PP, a Madrid o puede que incluso a España. Ya veremos.

Y Rajoy sin capacidad de movimiento, no puede obligarla a cesar de todas sus funciones,  como manda la lógica,  porque se está jugando la presidencia del Gobierno de España,  no va a mover ni un dedo. De momento  Espe 1 - Mariano 0.

En la foto de arriba, la entonces Presidenta, inauguraba la nueva dotación de ambulancias del Summa 112 frente a la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. Subida a una de ellas, bromeaba repetidamente ante los medios. En la imagen se ve al fondo la estatua ecuestre de Carlos III, conocido como el mejor alcalde de Madrid, aunque no llegó nunca a serlo.
En el pedestal puede leerse lo siguiente sobre el monarca:
"Dictó medidas para la regeneración de la sociedad y el fomento de las buenas costumbres. Patrocinó el estudio de las Ciencias, la Medicina, La Ingeniería y las artes..."

Fue un rey recordado por esta ciudad como un hombre culto e ilustrado. Esperanza, también será recordada, aunque a veces es mejor que te olviden.

Podría pasarle como a D. Gil i Mon, que siendo fiscal del consejo de Hacienda en Madrid en tiempos de Felipe III, toda la ciudad acabó conociéndole. Y es hoy, sin saberlo, uno de los personajes mundialmente conocido en todo el orbe hispano. Este hombre tuvo tres hijas muy poco agraciadas, y no conseguía casarlas. Así que decidió llevarlas con él a todos los actos públicos. De tal manera que toda la ciudad ya sabía que ahí llegaba Gil con sus tres hijas. Se empezó a decir ahí llega Gil con sus pollas (dicho como polluelas). Y acabó degenerando en ahí llega Gil y pollas. Así que acabó siendo, para siempre, el primer gilipollas de la historia.

Esperemos que a ningún madrileño ingenioso se le ocurra ningún chiste sobre Esperanza. Aunque bien pensado. Parece que ya lo hizo ella cuando en el 97, siendo ministra de Cultura, dicen que confundió a Saramago con una supuesta escritora llamada Sara Mago. Y  surgió toda una leyenda sobre su nivel cultural, que aún se está forjando.

Todos sabemos, casi diría que inconscientemente deseamos, que la leyenda de Esperanza siga deparándonos nuevos capítulos. Seguro que no nos defraudará.

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