martes, 15 de agosto de 2017

Mediterráneos


Vengo de Italia. Un lugar familiar para los españoles.
Donde hombres y mujeres se nos parecen tanto, que hay un efecto de espejismo, pero ampliado.

Los españoles somos pasionales, pero los italianos son dos veces pasionales.
Lo nuestro es la pasión, pero lo suyo ya es un drama donde todos caminan
con el corazón en la mano y hablan constantemente de sentimientos y emociones.
Es intenso, pero así somos.
Está bien protocolizar ciertas cosas, pero no podemos olvidar nuestra entidad mediterránea
llena de necesidades sociales. Este es nuestro mundo real offline que merece la pena ser vivido.

Allí un tomate no es sólo un tomate y una madre no es sólo una madre. El tomate es el sabor de Italia y la madre es la Maamma. Dos conceptos universales de lo italiano y de la mediterraneidad, que por mucho que se exporten son sólo comprensibles allí en Italia.