Ayer hubo en Sol una concentración para apoyar a los ciudadanos que están siendo maltratados por las autoridades turcas.
La última noticia, aún por confirmar, es que parece que están echando agentes químicos al agua que usan para disolver las manifestaciones (los manifestantes están guardando sus ropas para llevarlas a analizar, pero ya hay fotos de gente con la piel quemada)
Se ha atacado la sede del partido de la oposición, y aún peor se ha agredido con armas blancas y palos a los manifestantes por grupos desconocidos, parece que simpatizantes de Erdogan.
Así las cosas, el pueblo turco, en dos semanas, ha pasado de ser un país con un amplio crisol cultural en perfecta convivencia pacífica a ser otro que camina hacia la polarización en dos bandos, gracias a un Erdogán herido por no poder hacer su santa voluntad, a pesar de lo que opine su pueblo.
Erdogán se acerca a las maneras maximalistas de Putin y podría estar soñando con un presidencialismo interminable con recambio al estilo Mevdeved. Si esto no es una quimera me temo que la represión va a ser brutal, porque lo que está en lucha son dos modelos de sociedad opuestos: El democrático y el autoritario.
Esperemos que despierte de su locura o que sepa ver que ese camino supone ponerse frente a una gran parte de su pueblo. Y el de mucho sufrimiento para muchos ciudadanos.
De momento ayer se encendieron velas para reivindicar la paz, que es lo que todos los turcos desean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario