Conocí al Dr. Guillén en los 90, cuando ejercía en la Fremap. Hice mis primeras fotos de una intervención mientras él operaba a un trapecista con una rotura de ligamentos. Recuerdo que me decía "qué preciosidad de rodilla". Era la de un joven y era perfecta. Así que mientras él tiraba del ligamento hacia arriba yo enfocaba lo mejor posible para que la foto quedara bien. Aquel señor era un cirujano entusiasmado y feliz.
Hace unos días, en mitad de una entrevista en la clínica Cemtro apareció el Doctor Guillén para saludarnos y mostrarnos un invento maravilloso: las Googleglass. Y mientras nos contaba que te acercan a un nuevo concepto que permite un quirófano global, pude comprobar que siguen brillándole los ojos con el mismo entusiasmo de siempre. Sigue siendo un cirujano feliz.
A mi me queda claro que en esta foto lo más valioso son esas manos que observa a través de sus gafas globales. Y sinó que se lo pregunten a una aseguradora.
Como suele decirse hay gente que no tendría que morirse nunca. Y el Dr. Guillén es uno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario