Ayer asistí a la manifestación de los trabajadores del Hospital de la Princesa.
Luchan para evitar la reconversión en un descafeinado centro de atención a ancianos.
Varias generaciones de profesionales han conseguido que algunas especialidades sean punteras. Pero desaparecerán si no consiguen impedirlo.
Las imágenes hablan del momento en que la orquesta del 15M comenzó a tocar. Consiguieron crear un conmovedor silencio y los enardecidos manifestantes escucharon emocionados la música.
La verdad es que hubo un momento en que me fue muy difícil seguir haciendo fotos.
Estamos viviendo una situación muy dura y muy triste.
Sólo hay que ver los rostros. Hablan.
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