Podemos viajar en autobús hablando por teléfono a la vez.
Y cuando acaba la llamada somos incapaces de recordar
qué ha ocurrido mientras charlábamos.
Lo más normal es que sucedan un montón de cosas
simultáneas delante de nuestras narices,
que nos pasan desapercibidas.
Así es la vida en la ciudad
No hay comentarios:
Publicar un comentario