Hay fotos que hablan.
Y a mi ésta me cuenta esta historia:
Ella disfruta tanto, que no le voy a decir nada.
Realmente, odio ir de escaparates. Pero sé
que a ella le encanta. Así que no me importa parar
de cuando en cuando y volver a verla disfrutar,
casi como a una niña pequeña.
A ratos me cuesta contener mi impaciencia.
Pero sé que es mejor así.
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